twitter: @toti_kelder
correo electrónico: anton691@hotmail.com
Las Columnas de Opinión:
Al Filo de la Muerte.
Por Kelder Toti.
Este es mi blog personal: Kelder Giuseppe Toti Pereira. Quizás soy el
Oficial del Ejército de Tierra con mayor capacidad, tanto académica como
práctica en Venezuela, he participado aproximadamente en 8 campañas
militares, asesor de la Recistance Afrikaneer en la etapa final de la
Guerra Civil Sudafricana en contra del Congreso Nacional Africano (CNA), Enlace entre la UCM y El Ejército Popular
Croata (1992), Analista Militar para Charles Taylor (1999), Asesor
Militar del Ejército Popular de Irak (2002-2003), Asesor Militar de los
Feddayin Al Saddam para la guerra de resistencia (2003), Analista
Militar del Ejército Popular de Siria (2007), Oficial de Estado Mayor
del Ejército Popular de Siria (2009-2012), Trabajo de Asesor de Guerra
Económica para República Islámica de Irán, sin honorarios, (2011), Asesor Militar del Ejército Popular de Corea del Norte entre otros trabajos.
También he realizado trabajos para la paz, que me han redituado más desde el
punto de vista emocional que la guerra, son tratados polemológicos
que analizan los orígenes de las tensiones que pueden llevar a una
guerra civil, he realizado trabajos para: Siria, Irán y Venezuela; en estos
momento por el acuerdo que llegué: Trato: Obama-Toti, realizo un
programa para la Presidencia de los Estados Unidos, ya que sus problemas
son mayores de los que ellos imaginan, y sin darse cuenta están
colocando más leña al fogón.
Uno de mis libros se ha publicado en 163 idiomas y dialectos, se llama:
La Guerra como Ciencia, que es un análisis estratégico, táctico y
contratáctico de la Fuerzas Armadas de los Estados Unidos; quizás me
consideren su mayor enemigo en Venezuela, en lo personal no lo considero
así, ya que solo cumplía con mi trabajo, desde el punto de vista
militar; es la obra más importante que ha publicado venezolano alguno,
fue mi tesis de grado, y la apliqué en Irak al pié de la letra, quizás
el dispositivo ideado lo hubiera podido mejorar, pero reflexionando
sobre la guerra de Irak, que me dejó una gran satisfacción satisfacción, puedo
decir: ¡valió la pena!
He elaborado juegos para niños como: Aventura al Conocimiento, que le
permite a los niños aprender mientras juegan; he escrito cuentos,
que se encentran en: La Caperucita Patriótica y El Cochinito Feroz e
intento terminar un relato largo basado en La Rebelión en la Granja de
George Orwell, que se llama: Rebelión en el Zoológico del 23. Me desempeño el resto del tiempo como Profesor de
Bachillerato en Ceferino Alegría, en las distintas asignaturas que se me presentan:
Física, Química, Matemática, Historia de Venezuela, Psicología, Ciencias de la Tierra, entre
otras. Soy el Presidente de Avanzada Venezolana, aquí presento mi
ideario político, voy seguido a la Fundación Polar donde converso con el
Doctor Soret, sobre un tema en particular, en horas de la mañana.
Analistas consultados dijeron que el Día del Juicio para la economía venezolana se producirá este año, evento que venía siendo postergado por la constante alza en los precios del petróleo, su estancamiento sobre los 102 U$, que aún está en niveles históricamente altos, son insuficientes para alimentar la voracidad de la revolución bolivariana, por sus errores en materia económica, que pueden ser calificados de disparates.
Y es que el chavismo, al desmantelar el aparato productivo con sus políticas hostiles al sector privado, solo produce el 50% de su capacidad; lisiar a la industria petrolera con exigencias sociales, destruir la producción agrícola, exacciones fiscales, desmantelar y perseguir a la industria nacional, sostener 4 tipos de cambios diferentes, los abusos de la claque chavistas y mantener a flote las economías de sus aliados a costa de la venezolana, sin contraprestación alguna. Ha creado las condiciones para una depresión perfecta. Es un escenario de crisis que los analistas dicen que quizás comenzará este año, pero cuya duración podría ser prolongada ante la larga lista de desequilibrios acumulados a lo largo de la última década.
“Los economistas hemos venido advirtiendo sobre esos desbalances enormes desde hace mucho tiempo, pero resulta que el precio del petróleo ha estado subiendo con una tasa superior a la de nuestra inflación y eso hacía que se escondiesen los desbalances. Estaban allí, estaban presentes, pero el ciudadano de a pie no los sentía”-, comentó Ángel García Banch, director de la firma Econométrica.
“Cuando los precios del petróleo dejan de crecer, los desbalances que continúan acumulándose desde hacía mucho tiempo comienzan a dejarse sentir. Es ahí cuando vienen los ajustes de cinturón: de producción, del consumo, de las importaciones, estancamiento con inflación, con escasez”, agregó García Banch, y estalla la burbuja de las importaciones baratas.
Dada su incapacidad de corregir la entropía del sistema económico, ya sea dirigida por Jorge Giordani o Nelson Gerentes, ya que no desconocen los principios básicos de la economía de mercado de rasgos corporativos, que existe actualmente. La "deuda externa" léase los préstamos de China o Rusia. Según la agencia de noticias Bloomberg, el Banco de Desarrollo chino le ha prestado a Venezuela US$ 42.500 millones en un período de cinco años, y es poco probable por la caída del crecimiento de China a 7,2% interanual que le siga prestando, ya que no necesita más petróleo venezolano.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, declaró en septiembre de 2012 que de los 640.000 barriles de petróleo al día que Venezuela exporta a China, 200.000 sirvieron para la deuda, que el país tiene con Pekín. A menos que se remedie el bajo desempeño de PDVSA, esas deudas permanecerán, y es muy probable que crecerán en la medida que aumente la diferencia entre el gasto y los ingresos, solo una política de la promoción del sector privado, de las exportaciones, captación del ahorro externo e interno, disciplina fiscal de la estatal petrolera y de las inversiones, podrán evitar el declive económico, y el colapso económico al explotar la burbuja de importaciones, que sostiene la actividad económica.
Ciertamente no parece difícil descubrir evidencias del despilfarro en el gasto del gobierno, durante los años de Chávez. Pero el gasto excesivo no se detiene en casa, y la élite de poder no tiene la capacidad para organizar las cuentas del Estado, de ahí la importancia de la revisión de las cuentas del Estado. En un esfuerzo por esparcir la influencia de la revolución bolivariana, Chávez permitió que Cuba y otros países de la región se beneficiaran de acuerdos baratos y préstamos blandos gracias a programas como el Alba y Petrocaribe, política seguida por Maduro.
La próxima administración tendrá que decidir si continúa o no financiando esta red de petro diplomacia o la utiliza para diversificar sus exportaciones no tradicionales, que sería lo más prudente (Maduro prefiere sostener las alianzas en los términos leoninos de Chávez). Entre tanto, la mayoría de los países caribeños ya están sufriendo un declive en el turismo, debido a la crisis económica global, por ello mantendrán la esperanza en que la línea económica de Venezuela no desaparezca, cosa poco probable en el corto plazo, ya que la crisis se acentúa de día en día.
El chavismo en materia fue: petróleo, programas sociales, proclamas socialistas, nacionalización y estricta regulación del mercado, todo montado sobre el carisma del fallecido presidente. Desde esta perspectiva, las tres devaluaciones del mandatario en funciones, Nicolás Maduro, en los dos últimos meses son un claro síntoma del agotamiento del proyecto chavista, y su incapacidad de renovación, lo que provocará una revuelta urbana.
Pero según Mark Weisbrot, codirector del Center for Economic and Policy Research de Washington, estos vaticinios de inminente derrumbe económico son infundados. -"No es la primera vez que se predice un colapso económico. Entre 2004 y 2006, el Fondo Monetario Internacional subestimó el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) venezolano, con errores de entre el 10,6 y el 5,8. Lo mismo sucedió en 2008 con la crisis global", -"Venezuela no tiene desequilibrios insostenibles. Las devaluaciones fueron una manera de ajustar el valor de la moneda porque su inflación es más alta que la de sus socios comerciales", pero los acontecimientos recientes demuestran que son una mentira estadística, en todo caso demuestra que es factible salir del abismo en que nos encontramos.
En 2011, la economía creció un 4,2%. En 2012, más del 5%, pero en el 2013 rondará el 1%. Pero las proyecciones para el año en curso son más inciertas y los escenarios más pesimistas hablan de una espiral insostenible de la deuda, inflación y crisis de la balanza de pagos. ¿Existe un riesgo real de colapso económico o es todo pura fiebre preelectoral?
A pesar de todos los planes y la retórica del chavismo en favor de una diversificación económica, Venezuela sigue dependiendo de la renta petrolera que genera más del 90 % de sus divisas. Las exportaciones no-tradicionales pasaron de 4.500 millones a 3.000 millones de U.$, pero se cree que el contrabando a los países vecino lo lleva a 5.000 millones. En este sentido, la Venezuela chavista no es diferente de la desacreditada versión anterior de la IV República. En otro sentido, no ha cambiado radicalmente, por el contrario se ha aferrado a algunas de sus políticas erráticas.
Según el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, que mide el progreso nacional en términos de educación, salud e ingresos, Venezuela tiene el segundo índice de mayor crecimiento de América Latina. El petróleo y los programas sociales marcaron la economía en la era Chávez. Estos índices se consiguieron gracias a la inversión de la renta petrolera en programas sociales, que tuvieron un fuerte impacto en la disminución de la pobreza. Desde 1999 la tasa de pobreza cayó en un 37,6% y la de pobreza absoluta en un 57,8%.
A nivel económico, este logro social, significa que se ha potenciado el mercado interno y el consumo, pero se ha deprimido el sector productivo, dado el nivel de ideologización en contra de la burguesía del proyecto chavista. En el caso del programa social de Viviendas de los dos últimos años, su contribución al crecimiento ha sido decisiva. Este plan permitió una expansión del sector de construcción del 22,5% durante la primera mitad de 2011 con la construcción de 147 mil viviendas, a las que se añadieron unas 250 mil en 2012, según las cifras del gobierno, pero la cantidad de unidades reales construidas es de 83.000 en el 2011, y 110.000 en el 2012, y se espera 65.000 en el 2013.
La construcción –junto con los servicios financieros fueron clave en una cifra que puede sorprender al neófito: el sector no petrolero se expandió un 5,4%, mucho más que el 1,1% vinculado al hidrocarburo, debido a las trabas de la inversión en PDVSA, y la falta de una gerencia capaz de expandir la industria. El Estado ha financiado unas dos terceras partes de estos programas, que apenas ha dado sus primeros pasos.
En la campaña electoral del año pasado, Chávez prometió la construcción de tres millones de hogares para 2018, casi diez veces lo que se hizo hasta el momento. Según los críticos del modelo chavista, se trata de "una parranda" que Venezuela terminará pagando muy caro. El banco de inversiones Merrill Lynch estima que el gasto público creció en un 30% en términos reales antes de los comicios de 2012.
¿Es posible financiar un déficit fiscal que según algunos cálculos alcanza el 12% o habrá un abrupto fin de fiesta con dolorosos ajustes del gasto y recesión? Esta pregunta es complementaria de otra más política: ¿puede haber una radical marcha atrás en los programas sociales o se corre el peligro de que un cambio abrupto termine en un "Caracazo" como el de 1989? La respuesta se puede encontrar en los conatos de saqueos del interior del país.
Un resultado indudable de los 15 años de chavismo es que cambió los términos del debate político venezolano. Hoy ni el candidato opositor Henrique Capriles cuestiona los derechos sociales adquiridos con el chavismo o la necesidad de continuar con los programas sociales financiados -en última instancia- con la gran riqueza que tiene el país: el petróleo. A lo sumo critica la forma, no el fondo. Al mismo tiempo, no hay la voluntad política que pueda ignorar los números. En otras palabras, ¿puede Venezuela financiar estos programas? La respuesta es No, pero no hacerlo es rociar con gasolina un fuego que devorará a Venezuela.
Un déficit fiscal se soluciona emitiendo deuda, aumentando la recaudación o bajando el gasto, devaluando, consolidando las cuentas fiscales o emitiendo dinero inorgánico. La explotación petrolera es crucial para la recaudación, pero la salida en el corto plazo es la disciplina fiscal, de lo contrario se corre el peligro de la Hiperinflación. El gobierno planea duplicar su producción petrolera de los tres millones de barriles diarios actuales a seis millones en 2019.
"Los chinos están dispuestos a conceder créditos a Venezuela siempre que tengan acceso privilegiado como han tenido hasta ahora a los yacimientos en la cuenca del Orinoco" Heriberto Araujo, coautor de "La silenciosa conquista China". En términos de endeudamiento externo, China se ha convertido en un actor clave, con préstamos que ascienden a unos US$ 40 mil millones. Según Heriberto Araujo, una investigación sobre la influencia del gigante asiático en el mundo, esta dependencia continúa con Maduro.
Los préstamos chinos pagan un interés bajo, equivalente a la tasa Libor más 1% o 2% y representaron entre un 0,5% y un 0,7% de los ingresos por exportaciones en 2012. Aunque la deuda pública venezolana ha crecido de la mano de su déficit, el FMI estima que es un 49% del PIB. En comparación, la Unión Europea tiene una deuda del 82% y países en crisis como Grecia o Italia superan generosamente el 100%.
Además, gran parte de la deuda pública venezolana es interna (pagada en bolívares). Los intereses de la deuda externa en 2012 ascienden a un 12% de los ingresos petroleros. No se ve por este lado una situación de ahogo financiero gubernamental o una posible crisis de la balanza de pagos (falta de moneda dura para pagar importaciones y deuda), aunque la creciente fuga de divisas puede complicar muchísimo la situación.
Más compleja es la cuestión inflacionaria. La inflación se situó en un 25% el 2012, una de las más altas del mundo, a pesar de un fuerte control de precios establecido por ley el año previo, que enmascara los índices, y en el 2013 ronda el 65% al 80%, según el modelo de medición, pudiendo situarse al constatar los índices de precios en el interior del país alrededor del 320%, cosa que el venezolano corriente no está acostumbrado, pudiendo ser mayor, pero se enmascara con el racionamiento.
Según Brad Schiller, profesor emérito de economía de la Universidad Americana, esa norma fue un vano intento de combatir la ley de la oferta y la demanda. Venezuela cuenta con unos 500 mil millones de barriles de petróleo de reservas, según el Servicio Geológico de EE.UU. -"Este intento ha sido un desastre total. El resultado es la escasez de todo tipo de productos básicos y el ahogo del crecimiento económico"-, comenta en un reciente artículo en The Times. La historia tiene numerosos casos de gobiernos devorados por la inflación, desde la República de Weimar en la Alemania previa al nazismo hasta el gobierno de Raúl Alfonsín en Argentina, en 1989, que pudiera precipitarse ante la ola de atentados de La Sociedad Patriótica.
¿Por qué no ha sucedido lo mismo con el chavismo? En parte porque la altas tasas inflacionarias preceden a los controles de precios y a Chávez mismo. El promedio inflacionario desde 1998 ha sido del 22%, pero el alza de precios llegó a un 34% en los años previos a la primera elección de Chávez. La otra razón es que, en el marco de un régimen bonapartista, la mayoría se ha beneficiado a pesar de la inflación, solo la clase empresarial y la clase profesional, se ha visto perjudicadas por sus políticas."En Venezuela hay inflación alta, pero no hiperinflación. Es una gran diferencia", asegura Mark Weisbrot. El problema radica es que las continuas devaluaciones provocarán una ola hiperinflacionaria, que destruirá al modelo chavista, y sus a usufructuarios.
A nivel de la "macrohistoria" es posible que así sea. Venezuela ha intentado varias veces diversificar su economía: no lo ha logrado. Pero a corto plazo, para el gobierno de turno, suele ser un comodísimo salvavidas que borra del horizonte hecatombes y otras profecías del fin de mundo, pero a la larga los entierra al caer los precios del petróleo, porque es el “excremento del diablo”.
Las Fotos de Hoy:
La Economía Chavista.
Por Kelder Toti.
Analistas consultados dijeron que el Día del Juicio para la economía venezolana se producirá este año, evento que venía siendo postergado por la constante alza en los precios del petróleo, su estancamiento sobre los 102 U$, que aún está en niveles históricamente altos, son insuficientes para alimentar la voracidad de la revolución bolivariana, por sus errores en materia económica, que pueden ser calificados de disparates.
Y es que el chavismo, al desmantelar el aparato productivo con sus políticas hostiles al sector privado, solo produce el 50% de su capacidad; lisiar a la industria petrolera con exigencias sociales, destruir la producción agrícola, exacciones fiscales, desmantelar y perseguir a la industria nacional, sostener 4 tipos de cambios diferentes, los abusos de la claque chavistas y mantener a flote las economías de sus aliados a costa de la venezolana, sin contraprestación alguna. Ha creado las condiciones para una depresión perfecta. Es un escenario de crisis que los analistas dicen que quizás comenzará este año, pero cuya duración podría ser prolongada ante la larga lista de desequilibrios acumulados a lo largo de la última década.
“Los economistas hemos venido advirtiendo sobre esos desbalances enormes desde hace mucho tiempo, pero resulta que el precio del petróleo ha estado subiendo con una tasa superior a la de nuestra inflación y eso hacía que se escondiesen los desbalances. Estaban allí, estaban presentes, pero el ciudadano de a pie no los sentía”-, comentó Ángel García Banch, director de la firma Econométrica.
“Cuando los precios del petróleo dejan de crecer, los desbalances que continúan acumulándose desde hacía mucho tiempo comienzan a dejarse sentir. Es ahí cuando vienen los ajustes de cinturón: de producción, del consumo, de las importaciones, estancamiento con inflación, con escasez”, agregó García Banch, y estalla la burbuja de las importaciones baratas.
Los
ajustes del cinturón ya comenzaron aplicarse con las tres devaluaciones
anunciadas por el gobierno de Maduro durante el 2013, y es probable otra
devaluación por falta de liquidez de las cuentas fiscales. Las medidas,
aplicadas una con una diferencia de seis semanas, buscan expandir en bolívares
el valor de los dólares adquiridos por el Estado a través de sus ventas de
petróleo, que representan el 96 por ciento de las exportaciones del país,
deprimiendo el consumo interno, y el poder de compra de los venezolanos.
Pero la medida lucen insuficiente para contener lo que economistas perciben como uno de los mayores déficit fiscales del planeta, que el año pasado alcanzó proporciones de la crisis económica de Grecia –al ubicarse en 15 por ciento del PIB, tasa que sólo fue superada ese mismo año por Azerbaiyán, con un 20 por ciento, que en el caso venezolano ronda el 30% del presupuesto extraordinario, al maquillar las cifras oficiales.
“Con la devaluación, ellos te están metiendo la mano directamente en el bolsillo de los venezolanos. Las devaluaciones, sin duda, vienen acompañadas de un enorme costo político. La sistemática destrucción del aparato productivo emprendida por el chavismo (sin compensarlo como producción local), ha vuelto la nación cada vez más dependiente de los productos importados y una devaluación de la moneda significa precios más altos en la tiendas, aún cuando el gobierno mantiene algunos de ellos congelados”-, comentó el analista y columnista David Morán. Esa es la razón de la cruzada velada del empresariado, al reducir la producción de los bienes básicos, sino toman esa decisión su destino estará asegurado dentro de un futuro poco promisorio.
¿Cómo financió el gobierno la parranda de gasto preelectoral? Ciertamente, inversores extranjeros “privados” han estado al margen desde que empezaron las nacionalizaciones chavistas. La elevada inflación, que todavía ronda el 30%, tampoco ayuda, y solo el endeudamiento externo a corto plazo, la renta petrolera y la exacciones fiscales pueden mantener la locomotora del gasto social, que se descarrilará de un momento a otro, llevándonos a todos a la quiebra, con sucesivas devaluaciones, la inflación real según mis estudios, ronda del 320 al 380% anual, esperándose que cierre en un 400%.
Una encuesta de la organización Consensus Economics explica que "el aumento de la inflación y el gasto público -junto con la moneda y los controles de capital- han creado un creciente déficit fiscal". "Las autoridades son cada vez más dependientes de la deuda extranjera para financiar esto", de ahí la importancia de los créditos de China. Se tiene que contraer un endeudamiento de 30.000 millones de dólares al año para mantener la inversión en: vivienda, infraestructura, producción de bienes de consumo y capital, y tecnología.
Pero la medida lucen insuficiente para contener lo que economistas perciben como uno de los mayores déficit fiscales del planeta, que el año pasado alcanzó proporciones de la crisis económica de Grecia –al ubicarse en 15 por ciento del PIB, tasa que sólo fue superada ese mismo año por Azerbaiyán, con un 20 por ciento, que en el caso venezolano ronda el 30% del presupuesto extraordinario, al maquillar las cifras oficiales.
“Con la devaluación, ellos te están metiendo la mano directamente en el bolsillo de los venezolanos. Las devaluaciones, sin duda, vienen acompañadas de un enorme costo político. La sistemática destrucción del aparato productivo emprendida por el chavismo (sin compensarlo como producción local), ha vuelto la nación cada vez más dependiente de los productos importados y una devaluación de la moneda significa precios más altos en la tiendas, aún cuando el gobierno mantiene algunos de ellos congelados”-, comentó el analista y columnista David Morán. Esa es la razón de la cruzada velada del empresariado, al reducir la producción de los bienes básicos, sino toman esa decisión su destino estará asegurado dentro de un futuro poco promisorio.
¿Cómo financió el gobierno la parranda de gasto preelectoral? Ciertamente, inversores extranjeros “privados” han estado al margen desde que empezaron las nacionalizaciones chavistas. La elevada inflación, que todavía ronda el 30%, tampoco ayuda, y solo el endeudamiento externo a corto plazo, la renta petrolera y la exacciones fiscales pueden mantener la locomotora del gasto social, que se descarrilará de un momento a otro, llevándonos a todos a la quiebra, con sucesivas devaluaciones, la inflación real según mis estudios, ronda del 320 al 380% anual, esperándose que cierre en un 400%.
Una encuesta de la organización Consensus Economics explica que "el aumento de la inflación y el gasto público -junto con la moneda y los controles de capital- han creado un creciente déficit fiscal". "Las autoridades son cada vez más dependientes de la deuda extranjera para financiar esto", de ahí la importancia de los créditos de China. Se tiene que contraer un endeudamiento de 30.000 millones de dólares al año para mantener la inversión en: vivienda, infraestructura, producción de bienes de consumo y capital, y tecnología.
Dada su incapacidad de corregir la entropía del sistema económico, ya sea dirigida por Jorge Giordani o Nelson Gerentes, ya que no desconocen los principios básicos de la economía de mercado de rasgos corporativos, que existe actualmente. La "deuda externa" léase los préstamos de China o Rusia. Según la agencia de noticias Bloomberg, el Banco de Desarrollo chino le ha prestado a Venezuela US$ 42.500 millones en un período de cinco años, y es poco probable por la caída del crecimiento de China a 7,2% interanual que le siga prestando, ya que no necesita más petróleo venezolano.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, declaró en septiembre de 2012 que de los 640.000 barriles de petróleo al día que Venezuela exporta a China, 200.000 sirvieron para la deuda, que el país tiene con Pekín. A menos que se remedie el bajo desempeño de PDVSA, esas deudas permanecerán, y es muy probable que crecerán en la medida que aumente la diferencia entre el gasto y los ingresos, solo una política de la promoción del sector privado, de las exportaciones, captación del ahorro externo e interno, disciplina fiscal de la estatal petrolera y de las inversiones, podrán evitar el declive económico, y el colapso económico al explotar la burbuja de importaciones, que sostiene la actividad económica.
Ciertamente no parece difícil descubrir evidencias del despilfarro en el gasto del gobierno, durante los años de Chávez. Pero el gasto excesivo no se detiene en casa, y la élite de poder no tiene la capacidad para organizar las cuentas del Estado, de ahí la importancia de la revisión de las cuentas del Estado. En un esfuerzo por esparcir la influencia de la revolución bolivariana, Chávez permitió que Cuba y otros países de la región se beneficiaran de acuerdos baratos y préstamos blandos gracias a programas como el Alba y Petrocaribe, política seguida por Maduro.
La próxima administración tendrá que decidir si continúa o no financiando esta red de petro diplomacia o la utiliza para diversificar sus exportaciones no tradicionales, que sería lo más prudente (Maduro prefiere sostener las alianzas en los términos leoninos de Chávez). Entre tanto, la mayoría de los países caribeños ya están sufriendo un declive en el turismo, debido a la crisis económica global, por ello mantendrán la esperanza en que la línea económica de Venezuela no desaparezca, cosa poco probable en el corto plazo, ya que la crisis se acentúa de día en día.
El chavismo en materia fue: petróleo, programas sociales, proclamas socialistas, nacionalización y estricta regulación del mercado, todo montado sobre el carisma del fallecido presidente. Desde esta perspectiva, las tres devaluaciones del mandatario en funciones, Nicolás Maduro, en los dos últimos meses son un claro síntoma del agotamiento del proyecto chavista, y su incapacidad de renovación, lo que provocará una revuelta urbana.
Pero según Mark Weisbrot, codirector del Center for Economic and Policy Research de Washington, estos vaticinios de inminente derrumbe económico son infundados. -"No es la primera vez que se predice un colapso económico. Entre 2004 y 2006, el Fondo Monetario Internacional subestimó el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) venezolano, con errores de entre el 10,6 y el 5,8. Lo mismo sucedió en 2008 con la crisis global", -"Venezuela no tiene desequilibrios insostenibles. Las devaluaciones fueron una manera de ajustar el valor de la moneda porque su inflación es más alta que la de sus socios comerciales", pero los acontecimientos recientes demuestran que son una mentira estadística, en todo caso demuestra que es factible salir del abismo en que nos encontramos.
En 2011, la economía creció un 4,2%. En 2012, más del 5%, pero en el 2013 rondará el 1%. Pero las proyecciones para el año en curso son más inciertas y los escenarios más pesimistas hablan de una espiral insostenible de la deuda, inflación y crisis de la balanza de pagos. ¿Existe un riesgo real de colapso económico o es todo pura fiebre preelectoral?
A pesar de todos los planes y la retórica del chavismo en favor de una diversificación económica, Venezuela sigue dependiendo de la renta petrolera que genera más del 90 % de sus divisas. Las exportaciones no-tradicionales pasaron de 4.500 millones a 3.000 millones de U.$, pero se cree que el contrabando a los países vecino lo lleva a 5.000 millones. En este sentido, la Venezuela chavista no es diferente de la desacreditada versión anterior de la IV República. En otro sentido, no ha cambiado radicalmente, por el contrario se ha aferrado a algunas de sus políticas erráticas.
Según el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, que mide el progreso nacional en términos de educación, salud e ingresos, Venezuela tiene el segundo índice de mayor crecimiento de América Latina. El petróleo y los programas sociales marcaron la economía en la era Chávez. Estos índices se consiguieron gracias a la inversión de la renta petrolera en programas sociales, que tuvieron un fuerte impacto en la disminución de la pobreza. Desde 1999 la tasa de pobreza cayó en un 37,6% y la de pobreza absoluta en un 57,8%.
A nivel económico, este logro social, significa que se ha potenciado el mercado interno y el consumo, pero se ha deprimido el sector productivo, dado el nivel de ideologización en contra de la burguesía del proyecto chavista. En el caso del programa social de Viviendas de los dos últimos años, su contribución al crecimiento ha sido decisiva. Este plan permitió una expansión del sector de construcción del 22,5% durante la primera mitad de 2011 con la construcción de 147 mil viviendas, a las que se añadieron unas 250 mil en 2012, según las cifras del gobierno, pero la cantidad de unidades reales construidas es de 83.000 en el 2011, y 110.000 en el 2012, y se espera 65.000 en el 2013.
La construcción –junto con los servicios financieros fueron clave en una cifra que puede sorprender al neófito: el sector no petrolero se expandió un 5,4%, mucho más que el 1,1% vinculado al hidrocarburo, debido a las trabas de la inversión en PDVSA, y la falta de una gerencia capaz de expandir la industria. El Estado ha financiado unas dos terceras partes de estos programas, que apenas ha dado sus primeros pasos.
En la campaña electoral del año pasado, Chávez prometió la construcción de tres millones de hogares para 2018, casi diez veces lo que se hizo hasta el momento. Según los críticos del modelo chavista, se trata de "una parranda" que Venezuela terminará pagando muy caro. El banco de inversiones Merrill Lynch estima que el gasto público creció en un 30% en términos reales antes de los comicios de 2012.
¿Es posible financiar un déficit fiscal que según algunos cálculos alcanza el 12% o habrá un abrupto fin de fiesta con dolorosos ajustes del gasto y recesión? Esta pregunta es complementaria de otra más política: ¿puede haber una radical marcha atrás en los programas sociales o se corre el peligro de que un cambio abrupto termine en un "Caracazo" como el de 1989? La respuesta se puede encontrar en los conatos de saqueos del interior del país.
Un resultado indudable de los 15 años de chavismo es que cambió los términos del debate político venezolano. Hoy ni el candidato opositor Henrique Capriles cuestiona los derechos sociales adquiridos con el chavismo o la necesidad de continuar con los programas sociales financiados -en última instancia- con la gran riqueza que tiene el país: el petróleo. A lo sumo critica la forma, no el fondo. Al mismo tiempo, no hay la voluntad política que pueda ignorar los números. En otras palabras, ¿puede Venezuela financiar estos programas? La respuesta es No, pero no hacerlo es rociar con gasolina un fuego que devorará a Venezuela.
Un déficit fiscal se soluciona emitiendo deuda, aumentando la recaudación o bajando el gasto, devaluando, consolidando las cuentas fiscales o emitiendo dinero inorgánico. La explotación petrolera es crucial para la recaudación, pero la salida en el corto plazo es la disciplina fiscal, de lo contrario se corre el peligro de la Hiperinflación. El gobierno planea duplicar su producción petrolera de los tres millones de barriles diarios actuales a seis millones en 2019.
"Los chinos están dispuestos a conceder créditos a Venezuela siempre que tengan acceso privilegiado como han tenido hasta ahora a los yacimientos en la cuenca del Orinoco" Heriberto Araujo, coautor de "La silenciosa conquista China". En términos de endeudamiento externo, China se ha convertido en un actor clave, con préstamos que ascienden a unos US$ 40 mil millones. Según Heriberto Araujo, una investigación sobre la influencia del gigante asiático en el mundo, esta dependencia continúa con Maduro.
Los préstamos chinos pagan un interés bajo, equivalente a la tasa Libor más 1% o 2% y representaron entre un 0,5% y un 0,7% de los ingresos por exportaciones en 2012. Aunque la deuda pública venezolana ha crecido de la mano de su déficit, el FMI estima que es un 49% del PIB. En comparación, la Unión Europea tiene una deuda del 82% y países en crisis como Grecia o Italia superan generosamente el 100%.
Además, gran parte de la deuda pública venezolana es interna (pagada en bolívares). Los intereses de la deuda externa en 2012 ascienden a un 12% de los ingresos petroleros. No se ve por este lado una situación de ahogo financiero gubernamental o una posible crisis de la balanza de pagos (falta de moneda dura para pagar importaciones y deuda), aunque la creciente fuga de divisas puede complicar muchísimo la situación.
Más compleja es la cuestión inflacionaria. La inflación se situó en un 25% el 2012, una de las más altas del mundo, a pesar de un fuerte control de precios establecido por ley el año previo, que enmascara los índices, y en el 2013 ronda el 65% al 80%, según el modelo de medición, pudiendo situarse al constatar los índices de precios en el interior del país alrededor del 320%, cosa que el venezolano corriente no está acostumbrado, pudiendo ser mayor, pero se enmascara con el racionamiento.
Según Brad Schiller, profesor emérito de economía de la Universidad Americana, esa norma fue un vano intento de combatir la ley de la oferta y la demanda. Venezuela cuenta con unos 500 mil millones de barriles de petróleo de reservas, según el Servicio Geológico de EE.UU. -"Este intento ha sido un desastre total. El resultado es la escasez de todo tipo de productos básicos y el ahogo del crecimiento económico"-, comenta en un reciente artículo en The Times. La historia tiene numerosos casos de gobiernos devorados por la inflación, desde la República de Weimar en la Alemania previa al nazismo hasta el gobierno de Raúl Alfonsín en Argentina, en 1989, que pudiera precipitarse ante la ola de atentados de La Sociedad Patriótica.
¿Por qué no ha sucedido lo mismo con el chavismo? En parte porque la altas tasas inflacionarias preceden a los controles de precios y a Chávez mismo. El promedio inflacionario desde 1998 ha sido del 22%, pero el alza de precios llegó a un 34% en los años previos a la primera elección de Chávez. La otra razón es que, en el marco de un régimen bonapartista, la mayoría se ha beneficiado a pesar de la inflación, solo la clase empresarial y la clase profesional, se ha visto perjudicadas por sus políticas."En Venezuela hay inflación alta, pero no hiperinflación. Es una gran diferencia", asegura Mark Weisbrot. El problema radica es que las continuas devaluaciones provocarán una ola hiperinflacionaria, que destruirá al modelo chavista, y sus a usufructuarios.
El
crecimiento de Venezuela siempre ha estado vinculado al precio internacional
del petróleo. A fines de la década de los años 90, con un precio por los
suelos, el gobierno de Chávez sufrió una fuerte crisis económica, que le
permitió barrer con la oposición, achacándole la culpa de todos los males. En
este siglo la suerte cambió radicalmente, disparando el crecimiento de la
economía y la popularidad del gobierno. La evaluación económica del chavismo
varía de acuerdo al color del cristal con el que se mire, pero hay dos datos
que van más allá de las opiniones.
Venezuela no tiene un problema de agotamiento del recurso. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, Venezuela cuenta con unos 500 mil millones de barriles de petróleo de reservas y en la actualidad utiliza unos mil millones por año. Pero además las proyecciones del precio petrolero apuntan para arriba, no para abajo. En economía se suele hablar de la maldición de los recursos naturales que condicionan a países enteros a una total dependencia de un producto.
Venezuela no tiene un problema de agotamiento del recurso. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, Venezuela cuenta con unos 500 mil millones de barriles de petróleo de reservas y en la actualidad utiliza unos mil millones por año. Pero además las proyecciones del precio petrolero apuntan para arriba, no para abajo. En economía se suele hablar de la maldición de los recursos naturales que condicionan a países enteros a una total dependencia de un producto.
A nivel de la "macrohistoria" es posible que así sea. Venezuela ha intentado varias veces diversificar su economía: no lo ha logrado. Pero a corto plazo, para el gobierno de turno, suele ser un comodísimo salvavidas que borra del horizonte hecatombes y otras profecías del fin de mundo, pero a la larga los entierra al caer los precios del petróleo, porque es el “excremento del diablo”.
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